Eso fue lo que nos plantearon los arquitectos de Maushaus a los niños y padres que asistimos al taller familiar "Repensar la ciudad que habito". Previamente nos habían enseñado unas diapositivas para inspirarnos: unas ovejas trashumantes al lado de la Torre Eiffel, una mujer pescando en Nueva York, jardines verticales, una vaca pastando en una calle urbana, invernaderos en terrazas....
Un niño contestó: "Pues nos moriríamos" :-)
Y Maushaus contestó: "Noooo, tendríamos una agujero tremendo de hambre pero seguro que antes de morirnos se nos ocurrirían un montón de cosas para evitarlo"
Y así es como soltó la imaginación de los niños. Y de los padres, claro, activos acompañantes que lo dimos todo en el taller.
Y nos pusieron a dibujar. Bigger decidió que el quería tener debajo de casa un manzano y una fragaria (bueno, él dijo fresas y yo reconozco que acabo de buscar en google cómo se llama la planta de la fresa :-)).
Y después de dibujar pasamos a la acción. Una mesa llena de todo tipo de objetos de manualidades nos esperaba para diseñar aquello que acabábamos de plasmar sobre el papel. Cartones, papeles,palos, pompones, punzones, chinchetas, pegamento, tijeras.....Ahí que nos pusimos niños y madres, padres y niñas a cortar y pegar. Y entre todos fuimos construyendo nuestra Pamplona sin supermercados.
La maqueta gris que habían puesto en el suelo se llenó de verde, de árboles, de huertos urbanos, de árboles frutales, de ríos con gente pescando, de corrales de toros, de colmenas, de molinos...
No sé si Bigger con sus cuatro años y medio fue totalmente consciente del objetivo del taller pero estoy segura que algo se le quedó y ya me está pidiendo plantar fresas en la terraza. O mejor, dicho, una fragaria... :-) Y, desde luego, se lo pasó en grande y ya está pensando en la bicicleta que va a diseñar para el siguiente taller.
Gracias Maushaus por vuestro taller!
Nos apuntamos seguro al siguiente.....
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