Ahora que voy con la cámara en mano me he propuesto fotografiar todo lo que merece la pena de Pamplona. El sábado empecé con una pequeña tienda del casco viejo. Pequeña pero con mucha historia, con olor a antiguo, un comercio reliquia. Y con exquisitos tesoros dentro.
Está en la Calle Mayor y hace esquina con la calle Eslava. Durante años pasé mirando su pequeño escaparate y ahora me lamento de sólo haberle dedicado una mirada de soslayo. Pero qué cosas más ricas. Si no lo has adivinado ya, estoy hablando de Casa Ataún, una confitería cuyas pastas, galletas, regalices, chocolates y tortas txantxigorri están para morirse. Mis preferidas: las pastas de mantequilla y los mantecados. Mmmmmmm!
Su dueño, al verme con cámara en mano, me invitó a fotografiar dentro. "Si les dejo a los japoneses no te voy a dejar a tí", me dijo. ¿Compran los japoneses? le contesté yo. "¿Comprar?" Para nada, los japoneses sólo sacan fotos.
Y yo pensé. Pues ellos se lo pierden. Porque la tienda es bonita sí, y merece ser fotografiada. Pero lo de dentro vale mucho más que una foto....un placer para el gusto!
No desaparezcáis please....
No hay comentarios:
Publicar un comentario